Apareciste de pronto
En el momento en el que abrí mis ojos,
La mañana estaba clara
Y se venia un día tibio de otoño.
Sentí urgencia de abrazarte,
De rozar mis manos en tu rostro,
De perderme en tu mirada,
De pensar que el tiempo era otro.
Escuche tu voz susurrando mi nombre
y un enorme suspiro emergió de mi pecho,
tan grande que ahogo el sentimiento.
Recordé antiguos amaneceres,
Cuando el tiempo jugaba con nosotros,
con nuestros alegres rostros,
con nuestros cuerpos juveniles,
y con un futuro promisorio.
Tanto hemos dejado atrás,
Ya las promesas están rotas
Los sentimientos heridos,
Y tus manos ya no me tocan
En este tiempo presente
Donde en silencio siempre te aguardo,
Donde un tal vez encierre una esperanza,
Y donde un instante aguarda tu beso.
En el momento en el que abrí mis ojos,
La mañana estaba clara
Y se venia un día tibio de otoño.
Sentí urgencia de abrazarte,
De rozar mis manos en tu rostro,
De perderme en tu mirada,
De pensar que el tiempo era otro.
Escuche tu voz susurrando mi nombre
y un enorme suspiro emergió de mi pecho,
tan grande que ahogo el sentimiento.
Recordé antiguos amaneceres,
Cuando el tiempo jugaba con nosotros,
con nuestros alegres rostros,
con nuestros cuerpos juveniles,
y con un futuro promisorio.
Tanto hemos dejado atrás,
Ya las promesas están rotas
Los sentimientos heridos,
Y tus manos ya no me tocan
En este tiempo presente
Donde en silencio siempre te aguardo,
Donde un tal vez encierre una esperanza,
Y donde un instante aguarda tu beso.